Uno de los usos de la madera, más recomendables (y a la moda), son los Pisos Flotantes, los cuales ofrecen una solución de rápida colocación, muy económica y con variadas opciones de diseño, colores y tonos, permitiendo cambiar los interiores que tal vez nos tengan aburridos, por otros más modernos y de gran calidez.
Como su nombre lo indica (flotante) ya que no llevan ningún tipo de fijación. Esto debe tenerse en cuenta al momento de la colocación por la necesidad de prever una separación mínima de las paredes y elementos divisorios (entre 7 y 10 mm), para que las placas puedan dilatar sin levantarse ni modificar su estructura, por condiciones de cambios en la temperatura y humedad ambientales. La superficie donde se colocará un piso flotante deberá estar pareja y sin imperfecciones para asegurar el apoyo de las placas, siendo recomendable que se coloque una manta de polietileno entre superficie y piso como forma de que se puedan absorber los movimientos del caminar de las personas. No está demás decir que la colocación de este tipo de pisos es sumamente sencilla e intuitiva, requiriendo nada más que un poco de ganas (como nos gusta decir,) para luego disfrutar de una más que confortable y excelente elección.