Si se está pensando en darle algún color o en proteger una madera se debe tener presente que la superficie debe estar previamente bien lijada y limpia, para lograr una correcta adherencia de la pintura o protector.
Por lo que no debería tener restos de pintura o manchas grasosas ni aceitosas, ya que las mismas impiden la correcta adhesión de las nuevas pinturas o protectores. Si se trata de una primera mano de pintura o protector, las maderas también requieren un lijado previo con una lija muy fina, ya que éstas reaccionan igual que nuestra piel cuando se moja (abriendo los poros y erizándose), requiriendo además, 4 o 5 manos con lijados entre ellas, para lograr un buen acabado.